Pues sí, el título de la entrada viene a cuento porque este domingo, 10 de abril, corrí la media maratón de Valdemoro. Resulta que en una de las calles, Pío Baroja, en la que ha habido obras hace poco teníamos este bache...
...y aquí un servidor se comió dos veces, una en cada vuelta. En la primera porque no me fijé y tropecé y en las segunda vuelta, porque llevaba ya un kilómetro con una pájara debido a que dos de las pastillas de glucosa que llevaba se me deshicieron con el sudor por llevarlas sueltas.
Aún así y pese a las dos caídas mejoré el tiempo del año pasado en casi un minuto aunque la organización solamente ha puesto tiempos oficiales y no los netos.
En el último kilómetro y medio agradecí el ánimo de la gente que debió notar la pájara que llevaba. Aquí dejo mi única foto medio decente que he encontrado.